Los profesionales contables cuestionan la cantidad de personas que trabaja en el ente recaudador, que va a cambiar de nombre por el de ARCA. Dicen que está sobredimensionado.

Como ya ha ocurrido con otras medidas importantes, en el caso de la disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) el Gobierno prefirió anunciar antes su decisión para la opinión pública, y luego publicar el decreto que formalice los cambios. Un día después de que el vocero presidencial Manuel Adorni comunicara a la prensa la decisión del presidente Javier Milei, se desconoce cuál va a ser el alcance. De todas formas, las reacciones no se hicieron esperar, y los tributaristas dieron su aval al recorte de gastos y de personal en el organismo.

El Gobierno tiene que emitir un decreto que anule una norma de igual rango de 1996 que creó la AFIP y a su vez, crear la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). No obstante, tributaristas y abogados consultados por Ámbito coincidieron en un aspecto fundamental de lo anunciado hasta ahora: que es necesaria una reducción del personal.

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Disolución de la AFIP: para los analistas hay privilegios

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Por su lado, Gabriel Hermida, Socio de Impuestos de Auren opinó que el anuncio está “circunscripto a la política del presidente Javier Milei de seguir bajando el gasto público”. “El Gobierno está ‘peinando’ en todos lados para definir cuál es la cantidad de gente necesaria”, agregó. Hermida sostiene que por lo que se anunció hasta ahora es “un cambio cosmético” que se limitaría al nombre. “Se busca eliminar algo más de de direcciones y jefaturas. Es un plan que estaba desde hace un tiempo largo sobre la mesa y lo que había que encontrar era el momento para ejecutarlo”, profundizó. El profesional sostuvo que “desde el punto de vista de lo cotidiano, no cambia demasiado, sea AFIP, ARCA o cómo se llame”.

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