El Gobierno anunció que «borrará» los nombres de los individuos y empresas que ingresen al blanqueo hasta febrero de 2025, pero los tributaristas son escépticos, porque la información se requiere para justificar los impuestos que se pagarán en el futuro sobre esos bienes y por el propio funcionamiento de los sistemas de ARCA.

En cambio, los expertos interpretan que el Gobierno lo que hará será de encriptar los datos para que pocos funcionarios de ARCA tengan acceso, y que sus huellas digitales queden registradas cuando ingresen a la información.

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Las cuestiones legales contra el «borrado» de datos del blanqueo

Técnicamente, no podrían borrarse definitivamente. Nunca puede existir un ocultamiento total de la situación ni de los datos de los bienes blanqueados. Lo que sí puede hacerse es dificultar desde ARCA el acceso a esa información: que se borren de las listas, pero pueden ser recuperados, considera Federico Costantino, socio de Impuestos de Auren.

La intención de evitar listados y que se eviten filtraciones

La exteriorización de los bienes blanqueados no puede ser un borrón y cuenta nueva, porque no se podría diferenciar al contribuyente que blanqueó del que no lo hizo; ARCA necesita saber qué tipo de bien se blanqueó, señala López Chiesa.

A esto se suman los datos del intercambio de información que la Argentina tiene suscripto con otros países, cuya información es utilizada por ARCA para constatar que el contribuyente declare esos bienes, rentas o que han sido incluidos en el blanqueo, explica.

No es posible eliminar definitivamente todos los datos de quienes blanquearon. Puede llegar a suceder que se borren de alguna lista, pero en muchos casos los bienes blanqueados tienen que ser declarados también por los contribuyentes en sus declaraciones juradas del año próximo, indica Costantino.

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