Recientemente, la UE ha dado un giro en su estrategia regulatoria con la aprobación de la propuesta Ómnibus, un primer paso hacia la simplificación normativa que reduce ciertas obligaciones en sostenibilidad para las empresas.

Pero menos burocracia no puede significar menos compromiso. Como señala M. Eugènia Bailach Aspa, socia de Auren Auditoría en un artículo en Expansión, “simplificar las cargas administrativas no puede traducirse en abandonar la sostenibilidad. Es un pilar fundamental para el crecimiento económico y social, tanto de las empresas como de los Estados”.

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